El color no existe... como una propiedad intrínseca de los objetos. ¿Entonces dónde está? El color es una ilusión creada por el cerebro debido a la estimulación de las células fotosensibles del fondo del ojo por parte de las ondas de luz. Por lo tanto, vivimos limitados por nuestros sentidos, ya que los conos S, M y L solo pueden interpretar las longitudes de onda dentro del espectro de luz visible. ¿Te imaginas cómo sería ver el infrarojo o las ondas de radio?

Pues esta pequeña porción que vemos del espectro electromagnético es lo que experimentamos como colores. Cada color tiene una longitud de onda específica (hablando de colores espectrales) que puede ser percibida por nuestra visión tricromática. Hay animales que pueden ver ciertas partes del espectro que nosotros no percibimos, o incluso más. Por ejemplo, las abejas pueden ver parte del ultravioleta y, por lo tanto, identificar patrones en las flores que nosotros no podemos ver. ¿Entiendes por qué digo que el color no existe? Cada individuo experimenta la luz de acuerdo con los límites de su percepción.

Hablando de luz, el color que identificamos en un objeto es el resultado de la absorción de ciertas longitudes de onda por parte de su superficie y el reflejo de otras que llegan al ojo.

Los colores luz son el resultado de la estimulación directa del ojo por parte de los colores primarios que, de acuerdo con su variación, forman toda la gama de luz visible posible. Mientras que los colores pigmento son el resultado de la absorción y reflejo de las longitudes de onda por parte de las superficies.

Cuando mezclas los colores luz obtienes blanco, y cuando mezclas los colores pigmento obtienes "negro". Por eso se los denomina aditivos y sustractivos, respectivamente.

Toda esta explicación se limita al color como fenómeno físico, que hemos llegado a entender gracias al tratado Optics de Newton y que fue comprobado luego, entre otros, por Maxwell. Sin embargo, también es reduccionista, pues Goethe ya mencionaba que describir el color solo desde esta perspectiva excluía cómo nos hacen sentir los colores y lo que comunican. ¿Estás de acuerdo?